LA FE DE NIETZSCHE
Juan Rodríguez M. Q ue la vida no tiene sentido no es algo que se deba decir en abstracto —so pena de banalizarlo, de hacerlo grave—, es algo que se ejemplifica, que se narra, que se enumera, que... ya lo estoy banalizando, digo, agravando. Que la vida no tiene sentido es haber prendido el computador para mandar un correo y estar en YouTube entregado al eterno retorno no sé de qué. Y no mandar el correo. Y que ahora me avisen que se murió el querido gato de alguien a quien quiero mucho. Y no mandar el correo. Pero escribir esto. * Por más terrible o patética que sea la realidad que pretende significar, es bella esa idea según la cual preferimos creer en nada antes que no creer. Así dijo Nietzsche el nihilismo; con esa belleza. Y ya sabemos, también gracias a Nietzsche, que nos gusta una idea por su belleza, no por su verdad. La vida es un juego de máscaras, dice el filósofo alemán; y detrás de esas máscaras hay otras máscaras. No hay rostro ni hay nada. El nihilismo es creer en nada. E