GARCÍA LORCA, DALÍ Y BUÑUEL, SEGÚN IAN GIBSON

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Hispanista, biógrafo -entre otros- del poeta asesinado y del pintor surrealista, este irlandés nacionalizado español acaba de terminar el primer volumen de su libro sobre el cineasta aragonés: "Hay una relación con la madre en Buñuel que me fascina", dice. 


Juan Rodríguez M. 

El poeta Federico García Lorca debe ser la más renombrada de las decenas de miles de víctimas que dejó la Guerra Civil en España. Nacido en 1898 en Granada, fue ejecutado en la misma ciudad, el 19 de agosto de 1936.

El último intento por encontrar sus restos, probablemente el que más expectativas de éxito generó, ocurrió en 2009, cuando se buscó en la fosa de Alfacar, a nueve kilómetros de Granada, dentro del parque que lleva el nombre del artista. Salvo una gigantesca roca, no apareció nada.

El dato de la inhumación se lo entregó Manuel Castilla -supuesto enterrador de Lorca- a Ian Gibson, en 1966. De hecho, lo llevó al lugar. Irlandés, nacionalizado español, Gibson (Dublín, 1939) es un reconocido hispanista, autor de Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca, además de otros libros sobre el asesinado escritor, como El hombre que detuvo a García Lorca. Ramón Ruiz Alonso y la muerte del poeta.

También es responsable de las biografías La vida desaforada de Salvador Dalí, Ligero de equipaje. La vida de Antonio Machado y Cela, el hombre que quiso ganar; y de las novelas Yo, Rubén Darío. Memorias póstumas de un Rey de la Poesía, Viento del Sur. Memorias apócrifas de un inglés salvado por España y La berlina de Prim, con la que ganó, en 2012, el XVII Premio de Novela Fernando Lara, entre otras obras.

Gibson tiene una vida dedicada a la cultura hispana. Estudió literatura y lengua española y francesa en Dublín, entre 1956 y 1960, gracias a lo cual conoció la obra de Rubén Darío y, luego, la de García Lorca ("Darío es el maestro de Lorca", dice). Viajó por primera vez a España en 1958. Luego inició una carrera universitaria como profesor de español, en Irlanda del Norte e Inglaterra. En 1971 publicó La represión nacionalista de Granada en 1936 y la muerte de Federico García Lorca. Cuatro años después dejó la carrera docente, se mudó a Francia y en 1978 se trasladó a Madrid para comenzar a trabajar en la biografía de Lorca. En 1982 se le concedió la nacionalidad española.

-¿Qué es ser un hispanista?
-Es una cosa rarísima, ¿verdad?, esta palabra "hispanista". Hay miles de estudiosos de Francia, pero no tienen un sustantivo que les designe como tales, porque francófilo no es lo mismo que hispanista. Algunos españoles dicen que España no es diferente, pero yo creo que sí. Es como un palimpsesto de culturas, capas sobre capas. Es una península situada entre África y Europa, con la barrera de Los Pirineos. Es un país que se descubrió en el siglo XIX, para sorpresa de los románticos británicos y franceses; les parecía diferente a todo lo conocido. Supongo que yo también soy un poco romántico. Es un minicontinente, con multitud de paisajes diferentes, de paisanajes, distintos idiomas. Hay centenares de razones para que la gente encuentre fascinante este país.

Buñuel y su madre


Según Gibson, García Lorca, Salvador Dalí y Luis Buñuel -amigos en el Madrid de los años 20- formaron la "trinidad artística más importante del siglo XX español". A los dos primeros ya los biografió, faltaba el tercero, y la deuda está a punto de pagarse, pues acaba de entregar el primer volumen de su biografía, que aparecerá en octubre en España, por Aguilar, "si los dioses no lo impiden", dice

"Yo iba a hacer la biografía completa, habría sido lo ideal, pero la verdad es que la cosa se alargó, nunca llegó la subvención que yo esperaba -no voy a decir de dónde- y tuve que hacer otros dos libros en el camino. Mi libro llega hasta el final de la Guerra Civil, cuando él está en Hollywood y gana la guerra civil el general Franco. Como Buñuel es del otro bando y casi un proscrito, no puede volver y empieza una nueva etapa de su vida, primero en Estados Unidos, luego en México".

La segunda parte, dice Gibson, quedará pendiente. "Solo la haría si hay una financiación adecuada, porque pasar un año en México costaría mucho dinero. De modo que veremos, depende de si los dioses van a ser propicios o no; si no, tampoco es el fin del mundo, porque la segunda etapa es más conocida, hay muchísimos especialistas en el mundo trabajando sobre aspectos de Buñuel, la bibliografía es inmensa. Yo he hecho la primera mitad, que creo que era más difícil."

-¿Qué Buñuel se perfila en esta primera mitad?
-Él es un personaje fascinante, que nace en un pueblo de Aragón, en una familia rica. Su padre es un indiano de La Habana que vuelve a su tierra natal y se casa con la chica más guapa del pueblo. Cuando nace Buñuel su madre tiene dieciocho años y el padre cuarenta y cinco, y éste muere algunos años después. Buñuel es el primogénito de siete hijos, es el jefe de la familia. Y hay una relación con la madre que me fascina, realmente casi es como si estuviera enamorado de su propia madre. Esto se ve en las películas, hay constantes alusiones a la madre y a la familia, al trasfondo aragonés, todo eso es lo que yo he tratado de investigar. Luego Buñuel llega a Madrid con diecisiete años y conoce enseguida a Lorca y todo el grupo de Madrid. Es un momento brillante en la cultura: en la Residencia de Estudiantes se reúne la flor y nata de la cultura española de aquel momento, no solo la gente joven, sino Unamuno, Machado, Ortega y Gasset y muchísimos más, y ahí está Buñuel, en el centro. Y luego viene el traslado a París, el cine. Es tan denso que no podría contarlo en veinte minutos, pero es absolutamente fascinante, el descubrimiento del cine, ahí ve él su posibilidad, empieza diciendo "quiero ser el mejor cineasta de Aragón" -no había ninguno o casi ninguno- y finalmente resulta que es el cineasta español más famoso del mundo, al lado de Dalí y Lorca, que son genios. Ser su biógrafo es todo un privilegio.

-¿Hizo algún descubrimiento?
-La correspondencia con la madre, por ejemplo. Creo que es la primera vez que alguien ha tenido acceso a ella. Ahí se ve la intensidad de la relación. La madre es bien mandona y Luis es su adorado primogénito.

-¿Cómo era la relación entre Lorca, Dalí y Buñuel?¿Y por qué tuvieron destinos tan divergentes tras la Guerra Civil: el primero fusilado y desaparecido, el segundo exiliado y el tercero convertido al franquismo?
-Bueno, son tres personajes muy complejos. Cuando se estudian los documentos que tenemos, ves que había encuentros y desencuentros. Hay grandes momentos de separación y no sabemos todo lo que quisiéramos saber. Por ejemplo, tenemos las cartas de Dalí a Lorca, pero no las de Lorca a Dalí. Lo que sí sabemos es que fue una relación apasionada, incluso con envidias: hay un momento en que Buñuel envidia a Dalí porque Dalí está más cerca de Lorca, y las cartas que escribe entonces, que tenemos algunas, rezuman esa envidia. Por lo que toca al aspecto político, pues bueno, a Lorca lo fusilan por sus ideas izquierdistas, Buñuel está en la guerra del lado de la República. Y Dalí lo que quiere, sobre todo, es volver a su tierra, a su comarca catalana -Figueras, las montañas de Cadaqués y el cabo de Creus- que es el epicentro de su obra, de su imaginación. Y para volver tiene que convertirse o aparentar una conversión al catolicismo, tiene que renegar de su pasado surrealista con Breton y presentarse como un buen chico que vuelve a casa. Hombre, se puede dudar de la sinceridad de su catolicismo, pero en fin, vuelve a la España de Franco, un poco como el pintor del rey. Hace las pases con el régimen y esto le permite volver a sus raíces y seguir pintando allí.
-Usted plantea que Dalí fue un pintor interesante entre 1926 y 1938 y que su "lenta decadencia" empieza cuando vuelve a la España de Franco.
-Yo creo que el mejor Dalí es el que trabaja un poco en equipo con gente de la altura de Breton, Louis Aragon y todo aquel grupo. Ese es el Dalí que prefiero. Cuando empieza a ganar mucho dinero en Estados Unidos y Gala, su mujer, necesita mucho dinero para llevar la vida que quiere llevar, creo que empieza a imitarse y tiene menos originalidad. Eso se ve en la exposición que acaba de llegar desde París a Madrid, que está aquí en el Reina Sofía, claramente el gran Dalí es el surrealista, de los años veinte y treinta. Pero en fin, otros dirán que no, que me equivoco, que el Dalí posterior es tan válido o más.

Encontrar a Lorca


-Luego del fracaso de la búsqueda de los restos de García Lorca en la fosa de Alfacar, ¿qué expectativa queda de saber dónde está y encontrarlo?
-No hay ninguna expectativa. Con la tremenda crisis económica, no hay dinero para nada. Y también es verdad que hay una especie de conspiración de silencio en Granada para que no se conozca el sitio ni se descubran los restos. No sabemos qué pasó exactamente, pero cuando abrieron el parque en memoria de él (en 1986) no se llevó a cabo una búsqueda exhaustiva y hay indicios de que el cadáver fue cambiado de sitio (para no entorpecer el fin de las obras). Esto no se ha aclarado, porque el Estado no tiene interés en hacerlo. También es verdad que en España todavía hay ciento treinta mil cadáveres de la guerra en cunetas (zanjas), y tampoco el Estado está resolviendo ese problema. Es un aspecto muy poco satisfactorio de la España contemporánea.

-¿Y usted todavía cree que García Lorca está en la fosa de Alfacar?
-Sí, yo creo que está muy cerca de donde me dijo el enterrador. Pero la búsqueda que se llevó a cabo (en 2009) no se hizo bien, tendrían que haberla ampliado en varios metros cuadrados alrededor del famoso Olivo (donde fue fusilado) y no se hizo. Yo creo que está muy cerca, pero repito, hay indicios de que los restos fueron cambiados de sitio cuando hacían el parque, que fueron puestos en algún lugar del recinto, o si no muy cerca. Veremos qué pasa, pero por el momento solo hay silencio.

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Entrevista publicada el 12 de mayo de 2013 en Artes y Letras de El Mercurio.