Juan Manuel Garrido: "En la universidad la situación de la filosofía también es delicada"
El domingo 11 de septiembre de 2016 publiqué en Artes y Letras el artículo "Una vida sin reflexión no tiene sentido: Hay filosofía en los colegios"; a propósito de la supuesta intención del Mineduc de retirar la asignatura del plan común en tercero medio. Estas son las respuestas del filósofo Juan Manuel Garrido, profesor en la Universidad Alberto Hurtado.
—¿Hay filosofía en los colegios?
—El curriculum actual de filosofía contempla un año de psicología, que no tiene nada que ver con filosofía (o tiene que ver con filosofía tanto como cualquier otra disciplina tiene que ver con filosofía…). Es muy poco lo que se enseña filosofía, y materias fundamentales quedan como electivos o planes complementarios (es lo que sucede, por ejemplo, con “filosofía de las ciencias”).
—¿Por qué se llegó a esa situación y cuál es la responsabilidad de los profesores de filosofía?
—Paulatinamente y de modos diversos, durante las últimas décadas se han reducido las horas destinadas a la filosofía en los colegios. No existen motivaciones especiales para que los jóvenes que desean ser profesores elijan esta especialidad. Lo que les espera es convertirse en profesores taxi de una disciplina desprestigiada.
Los profesores de filosofía ya están en una situación bastante complicada como para echarles alguna culpa. Por otra parte, el lugar donde ellos aprenden filosofía es la universidad, y en la universidad la situación de la filosofía también es delicada: pocas oportunidades de hacer investigación, pocos espacios de desarrollo, etc. Esto podría mejorar en los próximos años, si logramos que nuevas generaciones de investigadores se inserten en el medio. Pero los espacios institucionales deben crecer en capacidad...
—¿Cómo y desde cuándo debería enseñarse la filosofía en los colegios? Y además: ¿qué cambios habría que hacer en la formación de los profesores?
—No lo sé. Entiendo que la filosofía para niños da muy buenos resultados. Hay estudios al respecto, pero no los conozco. Creo que partir por tener dos o tres años de filosofía –de verdad filosofía, no psicología o educación cívica o religión disfrazadas– sería un buen comienzo. Creo que sería posible implementarlos. Y estimularía y motivaría a los profes que se prepararon para enseñar filosofía (y no otras cosas). Además, hoy existe algo de capacidad de ofrecer ayuda desde la universidad para la actualización y perfeccionamiento de los docentes y de los programas de estudio.
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Por: Juan Rodríguez M.