LOS GUSTOS DE JORGE ACEVEDO
Esta entrevista a Jorge Acevedo -a través de un correo electrónico- la hice para el artículo La condición humana según cuatro filósofos chilenos, publicado el 10 de abril de 2016 en el suplemento Artes y Letras del diario El Mercurio.
-¿Por qué le gusta la filosofía?
-Me gusta porque insertarse en la más que bimilenaria tradición de la filosofía hace tomar contacto de manera rigorosa con dimensiones de la vida personal y de la existencia histórica que habitualmente permanecen veladas. La desocultación de esas dimensiones dan la opción de asumir y entender de mejor forma tanto la vida individual como la existencia social.
-¿Por qué escribe filosofía?
-Por una parte, porque hacerse cargo de la filosofía por escrito le da mayor espesor a la comprensión de la vida que busco a través de ella. Por otra, porque creo que vale la pena hacer partícipes a los demás de mis trayectorias de pensamiento en las filosofías de Ortega y de Heidegger, muy especialmente. Pienso que ambos filósofos son imprescindibles para los que habitamos en los países de habla hispana, y mis principales interlocutores, por cierto, son, primordialmente, los que hablan castellano.
-Complete la siguiente oración: “La filosofía chilena...”
-La filosofía chilena se cultiva en un alto nivel, el que se ha alcanzado, en mi opinión, a causa de la estricta continuidad con las generaciones anteriores que se han dedicado a ella en Chile. Esto no salta a la vista de la gente porque no se trata de algo espectacular, sino -como es habitual en la filosofía-, de algo más bien recóndito en el seno de la existencia colectiva.
-¿Qué interés(es) o gusto(s) tiene fuera de la filosofía y, en general, de su trabajo como académico?
-Me agradan la música, el cine y la literatura. Entre los músicos, nombro a Vivaldi, Bach, Mozart, Beethoven, Brahms, Satie, Debussy, Ravel, Prokófiev, Shostakóvich, Piazzolla. Me agradan las películas de Bergman y Fellini, así como las series policiales del comisario Maigret y del inspector Morse. Me han atraído los escritos de Hermann Hesse, Thomas Mann, Antonio Machado, Alejandro Solyenitzin, Heinrich Böll, Joaquín Edwards Bello, Nicanor Parra, Antonio Skármeta. Por cierto, en los tres casos tendría que nombrar a muchos más.
-¿Le gusta practicar algún deporte? En caso de responder sí, ¿cuál? En caso de no, ¿por qué no?
-Me gustaría practicar algún deporte, pero no practico ninguno debido a que hay que vencer un gran número de dificultades para hacerlo, y no tengo tiempo para eso. Camino y nado, pero no en forma deportiva.
-Equipo de fútbol favorito y cuán aficionado es del mismo. (Si no le gusta ningún equipo o, simplemente, no le gusta el fútbol diga ¿por qué?).
-Tuve como equipos favoritos a Colo-Colo y la Universidad de Chile. Pero a esta altura de las cosas sólo me interesa lo que pasa con la selección chilena en partidos mundialistas. Parece que hice a fondo la experiencia de ser aficionado al fútbol y ya no me entretiene serlo.
-¿Cuál fue el último libro que leyó, cuál está leyendo y cuál espera leer luego?
-Por razones del oficio, tengo que estar leyendo varios libros a la vez. De todos modos, puedo decir que el último libro que leí fue Ideas de perfil, de Carlos Peña. El que estoy leyendo es Guía Comares de Ortega y Gasset, que estuvo a cargo de Javier Zamora Bonilla. Espero releer luego Voz del amigo, de François Fédier, obra que estoy editando y cuya aparición ha sido programada para este año.
-¿Heidegger u Ortega (o algún otro)? Según la respuesta: ¿Cuándo lo descubrió y por qué lo cautivó?
-Ambos, Ortega y Heidegger. A Ortega lo descubrí en el último año de enseñanza media -las antiguas Humanidades-, a través de mi profesor de filosofía, Octavio Tinsly Lagunas. Formó un círculo filosófico en que leíamos El hombre y la gente, de Ortega. No entendíamos del todo el texto, pero nos dábamos cuenta de que en el pensamiento de ese autor había algo de gran importancia, ya que en él se hablaba de una manera totalmente innovadora para nosotros de la vida de cada cual y de su inserción en la existencia histórica. La lectura de las nuevas Obras Completas de Ortega, publicadas bajo la dirección de Javier Zamora Bonilla, no hacen sino confirmar esa ya lejana primera impresión.
A Heidegger lo descubrí al entrar a estudiar filosofía, mediante tres de mis maestros: Francisco Soler Grima, Cástor Narvarte Sanz y Jaime Sologuren López. Al comienzo su lectura me resultó muy difícil, pero la confianza que me inspiraban esos maestros me hizo perseverar en ella hasta encontrar en su filosofía hallazgos de primer orden por su hondura y creatividad. Acerca del hombre, por ejemplo, magistralmente descrito en Ser y tiempo. Sobre la consciencia moral, a la que se refiere en el mismo libro. Respecto de nuestro tiempo histórico, que él interpreta como la época del predominio de la técnica moderna, en escritos que he recogido en Filosofía, Ciencia y Técnica.
----------
Por: Juan Rodríguez M.